martes, 8 de octubre de 2013

Masacre Capilla del Rosario : Condenaron a tres represores a prisión perpetua

La masacre de Capilla del Rosario

Fueron juzgados por el fusilamiento, el 12 de agosto de 1974, de 14 integrantes del ERP. Los condenados son Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, Mario Nakagama y Jorge Ezequiel Acosta.

Los represores Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, Mario Nakagama y Jorge Ezequiel Acosta fueron condenados a prisión perpetua por la denominada masacre de Capilla del Rosario, perpetrada el 12 de agosto de 1974 en la provincia de Catamarca, en la que 14 integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) fueron fusilados. En una sala colmada por integrantes de organizaciones de derechos humanos y familiares de víctimas, concluyó el proceso judicial –el segundo por crímenes de lesa humanidad en esa provincia– que se extendió durante cinco meses y donde prestaron declaración más de 50 testigos. El tribunal del juzgado oral federal, integrado por Juan Carlos Reynaga, Gabriel Eduardo Casas y Carlos Jiménez Montilla, los condenó por los delitos de “homicidio calificado, agravado por alevosía y por el concurso de dos o más personas en 14 hechos”. En la resolución, se dispuso además la inhabilitación absoluta y perpetua de los sentenciados.

Los homicidios doblemente agravados correspondieron a la muerte de Mario Lescano, Juan de Olivera, alias Héctor Moreno, Rogelio Gutiérrez, José María Molina, Luis Billinger, Carlos Anabia, Raúl Sainz, Juan Carlos Lescano, Luis Roque López, Silverio Orbano, Roberto Jerez, Rutilio Dardo Betancour Roth, Alberto Rosalez y Hugo Caccivilliani Caligari. El tribunal dispuso además que los condenados Carrizo Salvadores y Nakagama continúen en prisión en el Servicio Penitenciario de Miraflores, en la provincia de Catamarca, y que Acosta cumpla su condena en el Servicio Penitenciario de la localidad de Bower, en Córdoba. El fallo coincidió con lo que habían solicitado los representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la fiscalía de Estado de la provincia.

El 12 de agosto de 1974 en la quebrada de Los Walther, cerca de Capilla del Rosario, fueron fusilados 14 miembros del ERP. Formaban parte de un grupo que intentó copar el Regimiento Aerotransportado 17, pero fueron sorprendidos por la policía. Una parte de los militantes fueron detenidos, otros se dieron a la fuga y el grupo que fue cercado en Capilla del Rosario fue ejecutado por las fuerzas del Ejército luego de deponer las armas.

La causa se inició en 2004, a pedido de organismos de derechos humanos de Catamarca y Córdoba, que reclamaron conocer la identidad de los NN que habían sido enterrados en el cementerio local. El juez federal subrogante Pedro Navarro se declaró competente, y así fue que el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó las exhumaciones e identificó al santiagueño Rozales y a los uruguayos Betancour Roth y Cacciavillani Caligari.

Con la investigación a cargo del fiscal Santos Reynoso, comenzaron a declarar militares, policías y soldados, y en mayo de 2009 Nakagama, que en ese momento era jefe de la sección morteros pesados del Regimiento 17, se convirtió en el primer detenido por la masacre. Fue detenido luego Carrizo Salvadores, que entonces era asistente del jefe del Regimiento y que en 2004 llegó a ser jefe de Policía de Jujuy, y finalmente fue procesado Acosta, que en 1974 tenía a su cargo una compañía del regimiento y ya fue condenado por su actuación en La Perla.

En el juicio declaró José Gambarella, quien estaba cumpliendo el servicio militar en 1974 y presenció el asesinato de los militantes del ERP. “Vi caer al primer joven que salió con las manos en alto y a una queriéndose cubrir la cara, y vi caer a cuatro más”, relató.

La sentencia tuvo la disidencia parcial del juez Casas, quien votó por la inconstitucionalidad del artículo 80 del Código Penal, por falta de mínimo penal que no permite mensurar culpabilidad y propone pena de prisión de 16 años.

jueves, 3 de octubre de 2013

Masacre de Capilla del Rosario: El exrepresor Manzanelli admitió las ejecuciones de los guerrilleros

Aunque se mostró reticente ante el tribunal, reconoció las entrevistas y las cartas enviadas al periodista Gustavo Molina.
 
El exrepresor Manzanelli admitió las ejecuciones de los guerrilleros

Luis Alberto Manzanelli, el represor que purga una condena perpetua en Córdoba por crímenes de lesa humanidad, admitió ayer que de acuerdo a la información que él manejaba, lo de Capilla del Rosario fue un fusilamiento. En horas de la siesta se realizó la toma de la declaración testimonial de Manzanelli, en las instalaciones del Tribunal Oral Federal Nº 1 de la provincia de Córdoba. Hasta allí se trasladaron las partes que componen el juicio que se desarrolla en nuestra provincia.
El extorturador fue trasladado desde el penal cordobés y una vez que estuvo ante el tribunal, reconoció su firma y el contenido de las cartas que le había entregado al periodista de Clarín Gustavo Molina, luego de forjar una relación tras una serie de entrevistas que éste le hizo en el año 2006.
Reticente ante las preguntas y con cautela para eludir una auto incriminación, Manzanelli explicó que si bien admitía el contenido de las cartas, todo lo que sabía sobre lo ocurrido en Catamarca lo conocía por una cuestión subjetiva, por comentarios.
La toma de este testimonio surge a partir de la declaración del periodista Molina, quien señaló que Manzanelli le había explicado que a partir de lo sucedido en Trelew, el ejército ya no tomaba prisioneros, sino que directamente procedía al fusilamiento.
El exmilitar estuvo en nuestra provincia durante la época en la que ocurrió la masacre de Capilla. Según quedó acreditado, Manzanelli fue enviado desde Córdoba para instalarse en el regimiento local en una misión de inteligencia, desde donde pudo conocer lo que pasó con el frustrado intento de copamiento del entonces Regimiento 17 de Infantería. Años después, le contaría a Molina que el operativo de Capilla del Rosario estaba al comando del imputado Carrizo Salvadores, quien acudió al lugar junto a Nakagama.

Acosta

Respecto a la participación de Acosta, en una nota concedida al diario Clarín, Molina explicó lo siguiente: “Yo creo que, efectivamente, Acosta participa activamente como indica Manzanelli, en la ejecución de los guerrilleros. Y por tratarse de un oficial, que comparte después con él un rol en la represión ilegal, comienza a gestarse allí cierta inquina. Por eso, en el relato que Manzanelli hace de los hechos, él se pone en una situación superior, como que en su rol de suboficial fue a Catamarca a hacer el trabajo que los oficiales no hicieron. Y lo que le debe molestar, es que fue recluido en la base a hacer tareas de inteligencia y no pudo ir al monte a participar de la acción armada, como sí lo hizo Acosta”.
Cabe recordar que en la estructura del CCD La Perla se destacó por ser uno de los torturadores más feroces.